lunes, 4 de junio de 2012
IDEAS GENERALES DEL MÉTODO MONTESSORI
La primera condición de este método es la libertad. “Para que nazca la pedagogía científica es preciso que la escuela permita las libres manifestaciones naturales del niño”
Una de los principios fundamentales de la pedagogía científica debe ser la libertad de los alumnos, libertad que permita el desarrollo de las manifestaciones espontáneas del niño.
Correlativa a la libertad, está la actividad: “Sí! la disciplina debe necesariamente ser activa” “El trabajo de la educadora está en impedir que el niño confunda, como sucede en la antigua forma de disciplina, el bien con la inmovilidad, y el mal con la actividad; porque nuestro objeto es disciplinar para la actividad, para el trabajo, para el bien; no para la inmovilidad, para la pasividad, para la obediencia. Una clase en que todos los niños se moviesen útilmente inteligentemente y voluntariamente me parecería una clase bien disciplinada”.
La tercera idea básica del método es la independencia; pues no se puede ser libre sin ser independiente. Pero esta independencia no quiere decir egoísmo, sino solo desarrollo de la personalidad. El niño ha de ayudar, en efecto, a los demás en sus trabajos y necesidades; solo que él ha de tratar de bastarse lo más posible a sí mismo, recurriendo cada vez menos al auxilio de los demás.
Estas son las bases generales del método: libertad, actividad e independencia. veamos ahora sus caracteres particulares:
En primer lugar, el método se sirve de materiales destinados a cultivar y perfeccionar la actividad de los sentidos: táctil, térmico, bárico, esteregnóstico, gusto, olfato y vista. Este material tiene carácter autocorrector:”la maestra se ha de ver sustituida por el material didáctico que corrige por sí mismo los errores y permite que el niño se eduque a sí mismo”.
Pero no es solo el material el que educa y tiene ese carácter autocorrector: también lo hace y en gran medida el ambiente. “Debemos preparar al niño un ambiente donde la vigilancia del adulto y sus enseñanzas se reduzcan al mínimo posible: cuanto más se reduzca la acción del adulto, tanto más perfecto será el ambiente.
Finalmente, el método no se reduce a la educación de la sensibilidad y de la conducta infantil, sino que es, un medio excelente de educación intelectual.
Publicado en NOTICABAÑITA, febrero de 2012
(Tomado de Ideas Generales sobre Mi Método, de María Montessori. Buenos Aires Editorial Losada, S.A., 1957)
La primera condición de este método es la libertad. “Para que nazca la pedagogía científica es preciso que la escuela permita las libres manifestaciones naturales del niño”
Una de los principios fundamentales de la pedagogía científica debe ser la libertad de los alumnos, libertad que permita el desarrollo de las manifestaciones espontáneas del niño.
Correlativa a la libertad, está la actividad: “Sí! la disciplina debe necesariamente ser activa” “El trabajo de la educadora está en impedir que el niño confunda, como sucede en la antigua forma de disciplina, el bien con la inmovilidad, y el mal con la actividad; porque nuestro objeto es disciplinar para la actividad, para el trabajo, para el bien; no para la inmovilidad, para la pasividad, para la obediencia. Una clase en que todos los niños se moviesen útilmente inteligentemente y voluntariamente me parecería una clase bien disciplinada”.
La tercera idea básica del método es la independencia; pues no se puede ser libre sin ser independiente. Pero esta independencia no quiere decir egoísmo, sino solo desarrollo de la personalidad. El niño ha de ayudar, en efecto, a los demás en sus trabajos y necesidades; solo que él ha de tratar de bastarse lo más posible a sí mismo, recurriendo cada vez menos al auxilio de los demás.
Estas son las bases generales del método: libertad, actividad e independencia. veamos ahora sus caracteres particulares:
En primer lugar, el método se sirve de materiales destinados a cultivar y perfeccionar la actividad de los sentidos: táctil, térmico, bárico, esteregnóstico, gusto, olfato y vista. Este material tiene carácter autocorrector:”la maestra se ha de ver sustituida por el material didáctico que corrige por sí mismo los errores y permite que el niño se eduque a sí mismo”.
Pero no es solo el material el que educa y tiene ese carácter autocorrector: también lo hace y en gran medida el ambiente. “Debemos preparar al niño un ambiente donde la vigilancia del adulto y sus enseñanzas se reduzcan al mínimo posible: cuanto más se reduzca la acción del adulto, tanto más perfecto será el ambiente.
Finalmente, el método no se reduce a la educación de la sensibilidad y de la conducta infantil, sino que es, un medio excelente de educación intelectual.
Publicado en NOTICABAÑITA, febrero de 2012
(Tomado de Ideas Generales sobre Mi Método, de María Montessori. Buenos Aires Editorial Losada, S.A., 1957)
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